Se va acercando la época ideal para la siembra de los cereales de invierno, y en el artículo de hoy, vamos a mostraros la guía definitiva para su cultivo.

Los cereales pertenecen a la familia de las gramíneas y se cultivan por su grano, rico en almidón y proteínas. Permite ser almacenado durante largo tiempo sin perder sus cualidades. Existe gran diversidad biológica y se pueden establecer bajo condiciones agroclimáticas muy distintas. En España, los cereales suponen más del 60% de la superficie total de cultivos herbáceos.

Los cereales se dividen en dos grandes grupos:

  • Los cereales de invierno (trigo, cebada, avena…)
  • Los cereales de verano (maíz, sorgo…)

 

CEREALES DE INVIERNO

Los cereales de invierno, como normal general, se plantan en los meses transcurridos entre octubre y febrero. En este grupo destacan el trigo, la cebada, la avena y el centeno. Cuando la siembra es temprana, tiene sus ventajas y desventajas:

 VENTAJAS:

  • El rendimiento es normalmente más alto, aunque según las condiciones del año, puede que no haya mucha diferencia.
  • Es más fácil encontrar buenas condiciones de siembra en octubre-noviembre que en febrero.
  • Mejor calibre de grano, debido a un menor riesgo de asurado.

DESVENTAJAS:

  • En los primeros meses hay más probabilidad de riesgo de heladas.
  • Mayor riesgo de infestación de adventicias (avena loca, vallico…)
  • Mayor riesgo de ataque de enfermedades (Rhynchosporium, oidio…)

TRIGO

El trigo es el principal cereal de invierno, y es que su cultivo se remonta hasta hace muchos cientos años en la antigüedad, originario de los países del medio oriente. Las flores se agrupan en espiguillas que tienen entre dos y cinco flores y disponen en un eje central llamado raquis. Presenta raíces fasciculadas muy numerosas que pueden alcanzar un metro de profundidad, las hojas son paralelinervias, las flores son autógamas, es decir se fecundan con su propio polen, por lo que conservan sus caracteres agronómicos sin ningún problema. La producción mundial es tan importante que representa 1/3 de todos los cultivos productivos a nivel mundial. En España se cultivan 2 millones de hectáreas y las comunidades más productoras son: Sevilla, Zaragoza, Burgos y Córdoba.

 

Usos del trigo

El trigo duro se usa para la fabricación de sémola mientras que el trigo blando se destina a la fabricación de harinas.

Los excedentes de trigo una vez desnaturalizados se pueden utilizar junto a otros cereales como alimento para el ganado.

 

Variedades del trigo

  • Otoño o ciclo largo: resisten muy bien el frío, necesitan pasar un periodo de vernalización, gran capacidad de ahijamiento.
  • Primavera o ciclo corto: se utilizan en zonas muy frías, se siembran a principios de primavera y tienen poca capacidad de ahijamiento.
  • Alternativas: caracteres intermedios a las dos anteriores y son las que más se utilizan en España.
  • Multilíneas: se utilizan sobre todo para prevenir ataques de roya (Puccinia sp. pl.).
  • Híbridas: se obtienen por fecundación cruzada, pero son muy costosas y hoy en día se duda mucho de su rentabilidad.

 

Abonado del trigo

  • Nitrógeno: estimula el ahijamiento y enriquece los granos de trigo en gluten, hace que las plantas sean más verdes, tengan más clorofila, más biomasa, con poca fibra lo que las hace más propensas al ataque de plagas. Retrasa la madurez del trigo, alarga el ciclo. El nitrógeno es exceso aumenta el riesgo de encamado.
  • Fósforo: favorece la germinación y acelera el crecimiento de tallos y raíces, da rigidez a la planta, reduce el riesgo de encamado, resiste mejor el asurado y las heladas. Anticipa la madurez y por tanto acorta el ciclo.
  • Potasio: reduce la transpiración y la hace más resistente a la sequía y al frío. Interviene en la fase de encañado.

 

Suelo y clima aptos para el trigo

El trigo requiere suelos profundos, para el buen desarrollo del sistema radicular. Al ser poco permeables los suelos arcillosos conservan demasiada humedad durante los inviernos lluviosos. El suelo arenoso requiere, en cambio, abundante lluvia durante la primavera, dada su escasa capacidad de retención. En general se recomienda que las tierras de secano dispongan de un buen drenaje.

Se ha demostrado en años secos que un trigo puede desarrollarse bien con 300 o 400 mm de lluvia, siempre que la distribución de esta lluvia sea escasa en invierno y abundante en primavera.

 

Siembra del trigo

Los trigos de invierno se siembran en otoño y exigen un periodo largo de bajas temperaturas (si se siembra en primavera no se desarrolla más que hasta el estado de ahijamiento) y se mantienen estéril. El trigo de verano se siembra en primavera o en otoño, sobre todo en zonas mediterráneas con inviernos suaves.
El trigo sembrado en otoño da rendimientos superiores debido al largo periodo vegetativo, los avances en mejora genética de los trigos de invierno están adquiriendo cada vez mayor importancia.

En las zonas más frías se recomienda una fecha intermedia; ya que las muy tempranas exponen la cosecha a las heladas tardías, y las muy tardías, al peligro de las heladas de otoño, o invierno, y, más tarde, al asurado del grano por los vientos cálidos del verano.

La siembra de trigo se hace con sembradoras de chorrillo con hileras separadas entre 11 y 15 cm. También entre hilera e hilera se deja un grupo vacío para no dañar a la maquinaria. Las profundidades ideales rondan los 2-3 cm.

 

Recolección del trigo

Con cosechadoras autopropulsadas. Con humedad inferior al 11%. Se debe solear el trigo en etapas para reducir humedad.

CEBADA

El cultivo de la cebada se conoce desde tiempos remotos y se supone que procede de dos centros de origen situados en el Sudeste de Asia y África septentrional. Se cree que fue una de las primeras plantas domesticadas al comienzo de la agricultura. En excavaciones arqueológicas realizadas en el valle del Nilo se descubrieron restos de cebada, en torno a los 15.000 años de antigüedad, además los descubrimientos también indican el uso muy temprano del grano de cebada molido.

 

Usos de la cebada

Principalmente se aprovecha como alimentación del ganado, pero el uso más popular de la cebada de dos carreras es para cerveza (grano de cebada, pobre en proteínas) y se debe abonar con nitrógeno. El grano se transforma en malta, ya que se los somete a germinación, se tuestan, se muelen y finalmente se fermentan.

 

Abonado de la cebada

  • Nitrógeno: la respuesta al nitrógeno puede variar con el periodo de crecimiento del cultivo, la variedad, el nitrógeno disponible en el suelo, que se relaciona con el nitrógeno residual del cultivo anterior y con las condiciones climáticas. Hay que tener en cuenta no hacer aportaciones excesivas de nitrógeno, ya que es muy sensible al encamado.
  • Fósforo: el fósforo es absorbido sobre todo al comienzo de la vegetación, estando su absorción ligada también a la del nitrógeno. Tiene una influencia decisiva sobre el rendimiento en grano de la cebada e incrementa su resistencia al frío invernal. La aplicación de fósforo en la línea de siembra, a dosis bajas, puede ser muy efectiva cuando existe poco fósforo disponible en el suelo.
  • Potasio: el potasio aumenta la calidad cervecera y la resistencia al encamado.

 

Suelo y clima aptos para la cebada

La cebada prefiere tierras fértiles, pero puede tener buenas producciones en suelos poco profundos y pedregosos, con tal de que no falte el agua al comienzo de su desarrollo. No le van bien los terrenos demasiado arcillosos y tolera bien el exceso de salinidad en el suelo. Los terrenos compactos no le van bien, pues se dificulta la germinación y las primeras etapas del crecimiento de la planta.

Los suelos arcillosos, húmedos y encharcadizos son desfavorables para la cebada, aunque en ellos se pueden obtener altos rendimientos si se realiza un buen laboreo y se conserva la humedad del suelo. Los suelos con excesivo nitrógeno inducen el encamado e incrementan el porcentaje de nitrógeno en el grano hasta niveles inapropiados, cuando se destina a la fabricación de malta para cerveza.

La cebada es muy resistente, ya que tolera bien las heladas, salvo cuando está muy poco desarrollada. También tolera más sequía que el trigo.

 

Siembra de la cebada

En áreas con inviernos muy rigurosos se siembran cebadas de primavera, siendo la época de siembra desde el mes de enero hasta el mes de marzo. Cuanto más largo sea el ciclo de la variedad, la siembra será más temprana. Se recomienda adelantar la siembra en terrenos secos y sueltos, además la siembra temprana favorece la calidad de las cebadas cerveceras.

Las siembras tempranas tienen también algunos inconvenientes, entre ellos destaca: mayor incidencia de enfermedades y encamado e incremento de la población de malas hierbas. Por tanto, se recomienda sembrar lo antes posible, empleando variedades de invierno o alternativas.

La cantidad de semilla a emplear es muy variable. Normalmente la cantidad empleada oscila entre 120 y 160 kg/ha. La siembra a chorrillo con sembradora, es el método más recomendable, pues hay un mayor ahorro de semilla, las poblaciones de plantas son más uniformes y hay una menor incidencia sectorial de enfermedades. Se suele realizar con distancias que varían algo entre líneas. Son corrientes las sembradoras fijas que guardan una distancia entre líneas de 17 o 18 cm.

 

Recolección de la cebada

Si se realiza la recolección mediante cosechadora autopropulsada de cereales, el grano ha de estar bien seco (con un contenido de humedad menor del 12%). Conviene regular perfectamente la cosechadora, para evitar romper, pelar o dañar el embrión de los granos, sobre todo cuando se trata de cultivos para producción de semilla o cebadas cerveceras, ya que en ambos casos el grano recogido habrá de germinar posteriormente.

AVENA

Las avenas cultivadas tienen su origen en Asia Central, pero la historia de su cultivo es más bien desconocida, aunque parece confirmarse que este cereal no llegó a tener importancia en épocas tan tempranas como el trigo o la cebada, ya que antes de ser cultivada la avena fue una mala hierba de estos cereales. Los primeros restos arqueológicos se hallaron en Egipto, y se supone que eran semillas de malas hierbas, ya que no existen evidencias de que la avena fuese cultivada por los antiguos egipcios. Los restos más antiguos encontrados de cultivos de avena se localizan en Europa Central, y están datadas de la Edad del Bronce.

 

Usos de la avena

El grano de avena se emplea principalmente en la alimentación del ganado, aunque también es utilizada como planta forrajera, en pastoreo, heno o ensilado, sola o con leguminosas forrajeras. La paja de avena está considerada como muy buena para el ganado. El grano de avena es un magnífico pienso para el ganado caballar y mular, así como para el vacuno y el ovino. Es buena para animales de trabajo y reproductores por su alto contenido en vitamina E.

En menor escala la avena se emplea como alimento para consumo humano, en productos dietéticos, triturada o molida y para preparar diversos platos. También se mezcla con harina de otros cereales en la fabricación de pan, así como en la fabricación de alcohol y bebidas.

 

Suelos y climas aptos para la avena

Es considerada una planta de estación fría, localizándose las mayores áreas de producción en los climas templados más fríos, aunque posee una resistencia al frío menor que la cebada y el trigo. Es una planta muy sensible a las altas temperaturas sobre todo durante la floración y la formación del grano.

Es una planta rústica, poco exigente en suelo, pues se adapta a terrenos muy diversos. Prefiere los suelos profundos y arcillo-arenosos, ricos en cal, pero sin exceso y que retengan humedad, pero sin que quede el agua estancada. La avena está más adaptada que los demás cereales a los suelos ácidos, cuyo pH esté comprendido entre 5 y 7, por tanto, suele sembrarse en tierras recién roturadas ricas en materias orgánicas.

 

Abonado de la avena

Debido a que el sistema radicular de la avena es más profundo y desarrollado que el del trigo y la cebada, le permite aprovechar mejor los nutrientes del suelo, por tanto, requiere menos aportes de fertilizantes. La avena responde muy bien al abonado nitrogenado, aunque es sensible al encamado cuando se aplica a altas dosis.

En cambio, en suelos fuertes es preferible abonarlos con nitrato, y en terrenos con exceso de cal se recomiendan las sales amónicas.

Si la planta se destina para forraje en verde debe intensificarse la cantidad de nitrógeno que se aporta para conseguir una abundante vegetación. Pero si se destina para grano, el exceso de nitrógeno alarga el ciclo vegetativo de la planta, lo cual no suele ser conveniente, pues se corre el riesgo de que se asure el grano.

 

Siembra de la avena

Se trata de una planta poco resistente al frío, por tanto, en muchas zonas se suele sembrar en primavera (desde el mes de enero en las tierras de secano hasta el mes de marzo en las tierras de regadío), excepto en zonas con clima cálido que se suele sembrar en otoño.

En la siembra a voleo conviene dar dos pases cruzados para que la semilla quede mejor distribuida, ya que, al tratarse de una semilla muy ligera, es difícil repartirla con regularidad. En terrenos compactos y algo secos se aconseja la siembra en surcos, pues es más fácil mantener el terreno libre de malas hierbas, siendo la separación entre surcos de 20 cm.

En tierras pobres puede sembrarse como cabeza de alternativa, pues la avena de invierno se siembra antes que el trigo. En terrenos de más fertilidad es corriente que vaya detrás de trigo o cebada, dado que es una planta menos exigente que estas dos. Cuando va en cabeza de alternativa, ocupa un lugar detrás de barbecho blanco o semillado.

CENTENO

Como en la cebada, las espiguillas del centeno no tienen pedúnculo y van todas unidas directamente al raquis, correspondiendo una sola a cada diente de éste. Las glumas son alargadas y agudas en su ápice y las glumillas, vellosas por su parte dorsal, se prolongan en una larga arista.

Cada espiguilla produce hasta tres flores, pero suele abortar una. La espiga es muy delgada y larga, teniendo un aspecto semejante al de la escaña.

Se da mejor que el trigo en las zonas frías, sobre todo en suelos ácidos, arenosos y poco profundos, por lo que ha estado siempre muy extendido en regiones montañosas de duros inviernos.

Un dato importante a destacar es que la superficie de centeno se va reduciendo año en año en todos los países.

 

Usos del centeno

Se obtiene una harina muy oscura que se utiliza para producir el pan de centeno muy oscuro y que tarda mucho en ensuciarse. También se aprovecha el grano, el cual se utiliza como pienso.

 

Suelos, abonos y climas aptos para el centeno

Generalmente el centeno, como cultivado en tierras pobres de las que se espera poco rendimiento, recibe muy pocas labores y poco abono; sin embargo, se considera que debe fertilizarse con 20 a 40 unidades de N, 70 a 80 unidades de P2O5 y 70 unidades de K2O.

Como el centeno se cultiva en zonas frías, la siembra debe hacerse muy pronto.

 

Siembra y recolección del centeno

En las provincias donde se cultiva el centeno hay costumbre de sembrar una mezcla de trigo y centeno a partes iguales, que se le conoce con el nombre de “tranquillón” o “morcajo”. El centeno protege al trigo del excesivo frío y se obtienen mayores rendimientos.

Generalmente la siembra se hace antes de que lleguen las primeras lluvias. La cantidad de simiente empleada debe ser de unos 100 a 120 kg por ha. Es conveniente tratar la semilla con productos organomercúricos, pues el centeno es sensible al Fusarium nivale.

TRITICALE

El triticale es un cereal que fue producto del cruzamiento realizado entre el trigo (género Triticum) y el centeno (género Secale). Su nombre se ha formado con la mitad del nombre de cada uno de los géneros de sus progenitores.

El triticale, creado por fitogenetistas, es el primer cereal hecho por el hombre. En muchos de los ambientes ecológicos menos favorecidos del mundo, el triticale ofrece una doble esperanza:

  • El rendimiento y la calidad nutritiva entre otras características de importancia son iguales o superiores a las del trigo.
  • Presenta buen desarrollo en suelos pobres, así como resistencia a las plagas y enfermedades típicas del centeno.

Los triticales han mostrado un rendimiento superior al del trigo. Su mayor resistencia a Septoria tritici es una ventaja en regiones donde existe esta enfermedad; tal es el caso de Brasil, Argentina, Etiopía y la cuenca del Mediterráneo.

 

Usos del triticale

El grano se aprovecha como forraje, ya que es considerado el segundo cereal (después de la avena) con más valor nutritivo. Se puede utilizar para hacer harina o para hacer pan de baja calidad, y también para producir galletas y sémolas.

También se puede usar como forraje verde para el ganado, ya que es muy nutritivo. Se puede hacer un aprovechamiento a diente o hacer un aprovechamiento mixto, primero a diente y luego se aprovecha para grano.

 

Clima y suelos aptos para el triticale

El triticale ha demostrado que se adapta bien a suelos ácidos, aunque es cierto que no es un cultivo exigente en cuanto a condiciones edáficas. Prefiere suelos relativamente compactos, es decir, con estructura poco porosa sobre todo a la hora de germinar.

Es un cultivo que se caracteriza por poseer la rusticidad del centeno por lo que no resulta muy exigente en cuanto a requisitos climáticos se refiere.

 

Abonado del triticale

La fertilización nitrogenada y fosfórica pueden aumentar los rendimientos de los cereales y además la eficiencia en el uso de agua.

El abonado que se debe llevar a cabo antes de la siembra es de 17kg P2O5/ha y 43kg K2O/ha por cada 1000kg de grano esperado. La fertilización nitrogenada se realizará después de cada aprovechamiento y en una cantidad de 40kg N/ha.

El riego o las precipitaciones recibidas afectan en gran medida a la respuesta del cultivo frente a los fertilizantes aplicados. Esto conlleva, sobre todo en zonas áridas, a dividir las aplicaciones de nitrógeno.

 

Recolección del triticale

Los parámetros que se deben tener en cuenta a la hora de cosechar triticale diferirán en función de la aptitud para la que se haya cultivado. Por tanto, se puede recolectar grano o forraje en verde.

– Recolección de grano (Mayo-Agosto): Es muy importante determinar cuándo el grano se encuentra en condiciones óptimas para ser cosechado. Se debe cosechar cuando la humedad de éste se encuentra del 15-16%. Esta humedad indica que el grano se encuentra en «madurez comercial». Si la recolección se retrasa, disminuye el porcentaje de humedad y esto favorece el desgrane, el descabezado de espigas e incluso los ataques de insectos. La recolección de grano se lleva a cabo mediante cosechadores correctamente calibradas para tal efecto.

– Recolección de forraje en verde: El objetivo de esta recolección es conseguir la mayor cantidad de forraje posible, pero con un alto valor alimenticio. El triticale es una planta con tallo duro por lo que se necesita de maquinaria adecuada para cortar, partir y almacenar el forraje cosechado. El momento oportuno para recolectar es cuando las inflorescencias hayan emergido.

 

FORMAS EN LAS QUE SE PUEDEN APROVECHAR LOS CEREALES

A pesar de que el grano se cosecha generalmente una vez al año (dos en algunas zonas tropicales), los cereales se consumen durante todo el año, por lo que ha de ser almacenado durante largos períodos de tiempo.  Una vez recolectado y tras su almacenamiento, se puede someter a distintas operaciones dependiendo del tipo de producto que queramos producir. Algunas de ellas son las siguientes:

Integrales

Los cereales integrales son los menos procesados, puesto que sólo se les quita la cáscara, lo que significa que conservan más propiedades, pero necesitan más tiempo de cocción. Aun así, son los más nutritivos porque el germen queda intacto.

Perlados o pulidos

Se refiere a los granos a los que se les ha quitado el salvado, con lo que nos queda un cereal con menos fibra. Una de las ventajas es que se cocina más rápido y es más tierno que el integral.

Sémola

La sémola es una forma de procesado en la que a los cereales se les trocea el centro en trozos muy pequeños para que se cuezan más rápidamente.

Copos

Los copos de cereales se crean con un proceso en el que el grano se cuece al vapor y se enrolla para que quede plano, en copos. De esta forma se cuece más rápido.

Harina

Son los cereales molidos hasta que queda sólo una especie de arena. Se suele usar en panes y cereales de desayuno.

Salvado

El salvado son las capas que recubren al centro del cereal. Es básicamente indigerible, pero tiene mucha fibra, que es muy importante para la digestión. Algunos tipos de salvado son muy populares como suplementos y se venden por separado, como el salvado de avena y el de arroz.

Germen

El germen es el embrión del corazón del grano, rico en aceites, y del que nacerán los brotes de la nueva planta. Tiene muchas vitaminas y minerales, por lo que es muy nutritivo. El germen también contiene grasas, que acortan la vida del cereal.

Harina fina

La harina fina se fabrica moliendo y colando el cereal hasta que queda hecho polvo. Se usa como ingrediente principal de panes, tartas, algunas salsas, rebozados, etc.