Seguro que has oído hablar cientos de veces sobre el uso del fertilizante en las plantas. Pero, ¿sabes qué es exactamente? ¿Por qué es necesario utilizar fertilizante? ¿Alguna vez has dudado a la hora de escoger el producto adecuado para tu planta? Si escojo un producto natural, ¿Qué beneficios tiene respecto a los no naturales? Desde Agroecología Tornos responderemos a estas preguntas y a otras muchas más para que conozcas los beneficios de la fertilización natural en las plantas.

 

La fertilización y su efecto

La fertilización es un proceso a través del cual se añaden diversas sustancias a la tierra para hacerla más fértil y útil a la hora de sembrar. Estas sustancias contienen nutrientes en formas asimilables por las plantas, para mantener o incrementar el contenido de estos elementos en el suelo, mejorar la calidad del sustrato a nivel nutricional y, estimular el crecimiento vegetativo de las plantas, entre otros.

Para que un suelo produzca adecuadamente un cultivo, debe abastecer a la planta de los nutrientes en la cantidad necesaria para ella.

En los ambientes naturales, las plantas se adaptan a las condiciones de cada terreno. En cambio, en la agricultura moderna, se deben emplear técnicas de aporte de nutrientes para garantizar buenas cosechas, ya que la población ha crecido exponencialmente en el último siglo, y la abundancia en la cosecha es de suma importancia.

Por esa razón, se necesita la fertilización en los cultivos y plantas, con la finalidad de que obtenga los nutrientes necesarios que no puede obtener del suelo únicamente.

El producto que se encarga de realizar la acción de fertilizar se denomina fertilizante u abono.  A su vez, se pueden dividir en dos grandes grupos: orgánicos e inorgánicos.

 

Fertilizantes naturales

El fertilizante natural

Los fertilizantes naturales u orgánicos son aquellos que contienen carbono; así, los fertilizantes orgánicos se obtienen a partir de los restos de seres vivos una vez que culminan su ciclo de vida. Dicho de otra manera, son aquellos fertilizantes que provienen típicamente de ingredientes individuales y que se pueden adaptar a las necesidades nutricionales de los jardines. Los tipos de estos fertilizantes pueden venir de fuentes vegetales y animales.

También son conocidos los estiércoles, que desarrollan dos funciones principales: la de la enmienda, que regula la cohesión de suelos y la de proveedor de elementos nutritivos; los que brindan nutrientes a la tierra.

El abono orgánico se caracteriza por tener efectos a largo plazo, en general la mitad de los nutrientes se pueden utilizar el primer año en el que se hace y el resto se libera lentamente con el transcurso del tiempo, convirtiéndose en la alimentación y acondicionamiento del suelo.

Un ejemplo perfecto de este tipo de fertilizante es la composta o compost. Se forma de la descomposición de productos o desechos orgánicos y sirven para abonar la tierra. Es un proceso donde no interviene la mano del hombre, siendo así, 100% natural.

 

Fertilizantes inorgánicos

El fertilizante inorgánico

Los fertilizantes inorgánicos son fabricados por el hombre a partir de sales minerales y no contienen carbono. Son las sustancias derivadas de minerales y rocas que al agregarlas al suelo elevan la fertilidad de la tierra.

Este tipo de abono se divide en tres grandes grupos. Los fosfatados, los nitrogenados y los potásicos, teniendo todos ellos efectos más rápidos que los orgánicos:

  • Fosfatados: están formados por fosfatos naturales o de huesos, son de efectos lentos y por los superfosfatos, que son de solubilidad y efectos más rápidos.
  • Potásicos: Los más utilizados son el cloruro, el sulfato, el nitrato, el carbonato y las cenizas, estos dan excelentes resultados cuando se trata de una tierra ligera y arenosa.
  • Nitrogenados: Este grupo favorece al desarrollo de las partes herbáceas de las plantas.

 

Ventajas e inconvenientes

Los efectos de los fertilizantes naturales se plasman en nuestro jardín a largo plazo, mientras que los inorgánicos facilitan el proceso de absorción de nutrientes, pero a través de productos químicos.

Los naturales requieren más dedicación y atención, ya que constantemente se tienen que airar y remover, caso contrario a los inorgánicos; pues con estos solamente hay que seguir las instrucciones de cuánta cantidad de sustancia o nutrientes se deben poner y obtienen mayores tasas de producción.

Y aquí viene el principal inconveniente: pese a la mayor facilidad en cuanto a la aplicación y mantenimiento de los fertilizantes inorgánicos y a la acuciante necesidad de generar una mayor producción en las cosechas para abastecer a toda la población, el problema viene de la aplicación masiva de estos abonos inorgánicos, especialmente los nitrogenados, ya que tienen efectos negativos patentes sobre el medio ambiente, lo que está llevando a los gobiernos y a instituciones internacionales a la regulación de su uso con las consiguientes consecuencias sobre la provisión de alimentos. Independientemente de esto, su producción se encarece paralelamente a como lo hacen las fuentes de energía no renovables de las que depende su síntesis.

Es importante buscar alternativas económicas y respetuosas con el ambiente que la propia naturaleza se ha encargado de proporcionarnos.

El suelo, algo que parece muy inerte, se puede considerar en su conjunto como un ser vivo. Gracias a la vida que encierra se pueden llevar a cabo los procesos necesarios para poner a disposición de las plantas sus nutrientes a partir de la base mineral que lo constituye y la materia orgánica que llega a él en forma de residuos vegetales o animales.

Por ello, es mucho más recomendable usar los fertilizantes naturales.

 

La solución más ecológica

Bioprón
Desde Agroecología Tornos, te recomendamos una de las marcas de fertilizantes naturales que más riqueza y beneficios potenciales aportan a nuestras plantas y al propio suelo: BIOPRÓN.

BIOPRÓN es un producto biológico orientado a aumentar la eficiencia de la fertilización, ya que es capaz de: sintetizar el nitrógeno del aire, poner a disposición de la planta el fosforo, el potasio y el hierro retenidos en el suelo y estimular la producción de fitohormonas para un mayor crecimiento del sistema radicular.

Los beneficios principales son:

  • La reducción de unidades fertilizantes aplicadas, sustituye al abonado de fondo
  • Disminuye los costes de cultivo respecto a una “fertilización estándar”
  • Es respetuoso con el medioambiente
  • Está acreditado para uso en Agricultura Ecológica

 

Si tienes cualquier duda en su aplicación o en el mantenimiento de tus plantas, ¡No dudes en llamarnos!